lunes, 11 de junio de 2012

LOS 7 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA La real efectividad se logra si se aplican correctamente los principios de la ética en todos sus ámbitos (personal y laboral). La adecuada utilización de la ética por las personas, conlleva a la liberación de las confusas y negativas inscripciones que se encuentran en la mente de los infranqueables. En una mente cerrada solo se proyecta la imagen del inseguro, apático, escéptico, orgulloso, criticón, ignorante, pesimista, temeroso, fracasado sin espíritu. Son personas con baja autoestima pues aunque saben ser felices, fácilmente pueden deprimirse, cualquier acontecimiento negativo puede bloquearlo anímicamente, necesitan del apoyo y del entusiasmo de los demás, busca que le reconozcan todos sus meritos y logros, tiene temor de acometer cualquier trabajo nuevo o desconocido. En si son individuos que se sienten atados a muchas cadenas y atrapados en murallas. Solo quienes son capaces de comprender que las cadenas y la muralla son invisibles, encontraran la forma de liberarse y serán quienes disciernan en su proyección de vida tanto personal como profesional. Esto significa romper con todo lo negativo y comenzar con un enfoque positivo. Alcanzar el éxito no es fácil, pero tampoco es imposible. La práctica de la edificación del éxito y el reconocimiento de los triunfadores esta explícitamente plasmado y explicado en la Sagrada Biblia (la fe mueve montañas), entonces el elemento más esencial en la exploración del espacio es la Creencia. Quienes creen que pueden mover las montañas, lo hacen. Los que creen que no pueden, no lo hacen. La creencia impulsa el poder de hacer. La gente que piensa en que no lo puede hacer, no puede desear cosas grandes para sí mismo y por ende para los demás. No hay nada magnifico y místico acerca de la creencia. La creencia trabaja en sentido de actitud “soy positivo luego puedo”, genera el poder, la destreza y la energía, que se necesita para la realización y el cumplimiento de metas. Cuando cree que puede hacerlo, el cómo hacerlo se desarrolla. La creencia en los grandes resultados es la fuerza impulsadora, ya que una persona es el producto de sus propios pensamientos, si cree en grande, se hará grande, practicar los hábitos de la efectividad, conducen a la prosperidad personal y todo lo que abarca la vida social. Quien toma iniciativas es capaz de solucionar los diferentes inconvenientes en todos sus ordenes, además debe estar asociado con un autentico liderazgo, ya que la misión del líder no solo es el ascenso sino también la transcendencia, o sea levantando con uno a todas las personas que están alrededor. El cumplimiento de este líder esta en tener coherencia entre pensamiento, palabra y acción, ya que solo a través de su ejemplo es que los demás lo seguirán; lograr surgir es tener voluntad de llenarse de conocimientos, valores, fuerza de carácter, salud, bases económicas, llenarse para después tener que dar; quien piensa como ganador, busca conquistar sus sueños y convertirlos en realidad, dando lo mejor en cada momento y aprendiendo de los errores, recordando que cada persona está en la decisión de avanzar y superarse o detenerse y quedarse atrás. La transmisión de los elementos esenciales son la concordancia y la efectividad del ser humano a nivel personal y empresarial. Finalmente se debe tener en cuenta que el logro de estas metas, en los campos antes mencionados, no es la llegada a la cima de la montaña, sino que es el ascenso continuo al progreso, el cual debe ser entendido como el crecimiento permanente y no momentáneo. Autor: Myriam Guaitarilla.

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